Malcolm Wilson, un manager que hace grande al WRC

06/11/2017

Malcolm Wilson OBE, máximo responsable del equipo M-Sport World Rally Team, ha conseguido este año lo que en estas últimas temporadas era sólo un gran sueño: lograr el título de Campeón del Mundo FIA de Rallies para Contructores. Sin duda Wilson es ahora, el mánager del momento si no lo ha sido ya durante toda la temporada. Este astuto expiloto de 61 años es un hombre terriblemente fiel a los rallies y sin lugar a dudas el que más le está dando a la especialidad, independientemente de que con esta decidida actitud está recopilando una actividad industrial, deportiva y económica sin precedentes. Malcolm siempre ha estado ahí, como piloto o como preparador, y siempre con éxito.

Sin un palmarés deportivo del calibre de sus compatriotas Clark, McRae, Burns o Meeke, Wilson sí se ha erigido al paso de los años en el gran líder del WRC en las islas británicas, al volante pero sin duda fuera del habitáculo. David Richards y Andrew Cowan han desarrollado a lo largo de los años un camino de exitos similar, pero Wilson les supera por su insistencia, su vinculación constante con la especialidad y obviamente por su longevidad. Su reconversión de piloto a mánager vivió un éxito espectacular, coronado este año 2017 con el título de Constructores logrado sin el apoyo de la marca a la que en cierto modo representa, Ford, y siendo su equipo, M-Sport, el único que ha logrado hacer ganar esta temporada a sus tres pilotos.

Con 23 años, aún siendo piloto, creó Malcolm Wilson Motorsport en la lejana región de Cumbria, pero tenía claro que el futuro a largo plazo pasaba por cambiar de papel. Era 1979 y con los años alcanzó a extender su red a otros países: Medio Oriente (Mohammed BinSulayem), Italia (Franco Cunico), Grecia (Leonidas Kirkos) y Portugal (Fernando Peres). Pero lo que marcaría su vida fue el acuerdo de gran calado que estableció en 1996 con Ford Motor Company, alianza con la que Malcolm pasó a ocuparse a partir de ese año del desarrollo de la actividad de rallies de la marca.

Fue en Lloret de Mar, en pleno Rallye Catalunya-Costa Brava de 1995, que Wison consiguió convencer a Carlos Sainz para que pasara a ser piloto de su equipo de cara a 1996, con la vista puesta en el Focus que la marca del óvalo lanzaría un par de años más tarde. Sainz aguantó dos años con los Escort RS Cosworth, ya en la categoría WRC, pero acabó atendiendo los cantos de sirena de Toyota. En todo caso, Malcolm Wilson tenía ya las riendas de la actividad en los rallies de una marca que hasta 2012 defendió a capa y espada.

En todos estos años, incluso a partir de 2013 cuando perdió el apoyo oficial de Ford, el objetivo de Malcolm Wilson ha sido estar presente en la punta de la pirámide y en todas las categorías de los rallies, una agilidad y dinamismo que le ha llevado a fabricar y vender centenares de unidades Ford de todas las categorías que han ido creándose en el contexto deportivo. Importante fue también que Wilson reconvirtiera el antiguo sanatorio de Dovenby Hall en un complejo industrial en el que luce soberbia su estructura gigante por la que han pasado a lo largo de la historia la mayor parte de pilotos, ingenieros y mecánicos del actual contexto mundialista. La extraordinaria trayectoria de Wilson recibió el honor de que Malcolm fuera nombrado por la Reina de Inglaterra como OBE (Oficial del Imperio Británico).

Este año 2017 ha sido posiblemente el más difícil y al mismo tiempo el más importante en la trayectoria de los últimos años. Con el fichaje en diciembre pasado de Sébastien Ogier, Wilson cumplia el sueño de tener al mejor piloto conduciendo sus coches, los Ford Fiesta de nueva reglamentación que a lo largo del año se han mostrado como los más eficaces en todos los terrenos. Si bien en determinadas situaciones los Fiesta eran superados ligeramente por las prestaciones de algunos rivales, la combinación de competitividad a nivel global de sus coches y evidentemente la calidad de sus pilotos, han estado claramente de su lado.

Malcolm Wilson comentaba tras finalizar la prueba galesa que ha sido un día muy emotivo y tengo que confesar que hubo algunas lágrimas durante la última etapa, en primer lugar cuando Ott cruzó la línea de meta para lograr matemáticamente el campeonato de constructores. Luego también cuando Sébastien logró el de pilotos y otra vez cuando Elfyn cruzó la línea de meta para ganar el rally. Realmente logramos la Triple Corona, lo que convirtió el 29 de octubre en un día muy emotivo para todos nosotros.

"Tenemos un gran equipo de personas y su arduo trabajo ha dado como resultado algo realmente sorprendente. Como mínimo uno de nuestros coches ha subido al podio en cada rally y somos el único equipo que ha logrado que sus tres pilotos hayan logrado victorias este año. El Fiesta ha demostrado tener rendimiento y dureza y eso se debe a las horas incansables que cada miembro del equipo ha puesto en este logro increíble.

"También me gustaría aprovechar esta oportunidad para agradecer de un modo especial a Sébastien y Julien. Cuando se unieron al equipo a comienzos del año realmente fueron el ascensor que sirvió para colocarnos en la situación idónea en el contexto mundial que todos necesitábamos. Han tenido una influencia muy importante en todos nosotros y estamos muy orgullosos de lo que hemos logrado con ellos, el equipo técnico pero también Ott, Martin, Elfyn y Daniel".

Futuro no especialmente halagüeño
Paradójicamente, Malcolm Wilson y su enorme estructura afrontan el futuro con grandes incertidumbres. Ott Tänak será en 2018 piloto de Toyota y todo apunta a que Sébastien Ogier volverá a Citroën, aunque el gran escollo al que debe hacer frente Wilson es la casi nula involucración de Ford en su proyecto, de ahí que se vea con la incapacidad evidente de poder retener a sus pilotos. Sin la marca realmente detrás, M-Sport no puede seguir haciéndose cargo de todo lo que significa hacer correr un equipo oficial del WRC sin los medios de un auténtico fabricante, de modo que de no cambiar esta situación puede verse un repliegue de efectivos de M-Sport de cara a la próxima temporada. Si eso es así, lo aconsejable es frenar siendo como es ahora el mejor del mundo y desplegar sus amplias redes tecnológicas en la construcción y explotación de coches de las categorías inferiores, algo en lo que M-Sport no tiene rival.